Mindfulness, el control emocional que también está presente en la educación canina
¿Alguna vez has escuchado hablar del Mindfulness? Este concepto, que significa ‘consciencia plena’, nos invita a estar completamente presentes en el aquí y ahora, aceptando las circunstancias sin juzgarlas. Y aunque esta técnica es comúnmente utilizada para mejorar la calidad de vida de las personas, también está comenzando a tener un impacto significativo en el mundo del adiestramiento canino.
El mindfulness canino es una herramienta poderosa dentro de la educación canina amable, que pone el foco tanto en las emociones del perro como en las del guía.
Los perros, como seres altamente perceptivos, responden al estado emocional de sus dueños. Si nosotros, como guías, aprendemos a gestionar nuestras emociones, podremos influir de manera más positiva y efectiva en el comportamiento de nuestros compañeros de cuatro patas.
¿CÓMO SE APLICA EL MINDFULNESS EN LA EDUCACIÓN CANINA?
El primer paso en este proceso es cambiar nuestra mentalidad. El mindfulness nos enseña a prestar atención a cómo nos sentimos en el momento, sin distracciones. Esto resulta clave en el adiestramiento positivo, ya que nuestros perros captan las señales que emitimos, ya sean conscientes o inconscientes. Al estar tranquilos y presentes, les brindamos un ambiente propicio para aprender y sentirse seguros.
En la educación canina amable, se prioriza un enfoque en el bienestar tanto del guía como del perro, basando las técnicas de adiestramiento en la meditación y la observación consciente. Al aprender a ser más conscientes de nuestras emociones y acciones, podemos guiar a nuestros perros de manera más efectiva, creando una relación más equilibrada y armoniosa.
Desde Akindi, especialistas en mejorar el vínculo entre perros y dueños, se proponen prácticas diarias que promueven la calma y la atención plena durante las interacciones con nuestros perros. Algunas de estas incluyen:
- Pasear con plena atención: En lugar de distraerte con el móvil, aprovecha cada paseo para conectarte con tu perro. Observa cómo explora el entorno, sigue su ritmo, y notarás cómo vuestro vínculo se fortalece.
- Acariciar con intención: No solo acaricies a tu perro mientras ves la tele. Tómate un momento para sentir su pelaje, observar su respiración y sincronizarla con la tuya. Este simple gesto puede crear una conexión profunda y relajar a ambos al final del día.
- Jugar con propósito: Cuando juegues con tu perro, olvídate de las distracciones. Concéntrate en su energía y alegría. Interactúa de manera activa, creando momentos compartidos de diversión y alivio de tensiones.
Aplicar estas técnicas de mindfulness no solo mejora el bienestar psicológico de los perros, sino también el de sus dueños. Al practicar la meditación y la conciencia plena en las actividades cotidianas con nuestros perros, logramos un mayor afecto positivo, menor estrés, y en general, una convivencia más equilibrada y feliz.
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El equipo de Akindi entiende lo esencial que es este equilibrio en la relación humano-canino. Sus programas de adiestramiento no solo se enfocan en el aprendizaje del perro, sino también en el bienestar del dueño, creando una conexión saludable y duradera.